lunes, 1 de junio de 2015

SEMANA 21

SEMANA 21:



“LA PERSONALIDAD”

Este término involucra mucho más que los rasgos de una persona, sean estos positivos o negativos.

Podemos definir la personalidad como un patrón de comportamiento que incluye sentimientos y pensamientos los cuales se mantienen a lo largo de la vida de un individuo.

Entendamos que la personalidad define es característica de una sola persona; son aspectos que lo distinguen de los demás. En algunas ocasiones nos vemos diciendo "es que él o ella es así; es su manera de ser".

Esto que estamos diciendo es una descripción de su personalidad, la cual lo hace único.

Los estudiosos de este tema en particular presentaron sus teorías acerca de la personalidad desde hace más o menos un siglo atrás. Aunque estas teorías no son material de éste artículo, sí podemos mencionar que Sigmond Freud fue uno de sus mayores exponentes.

Se han determinado categorías o clases de personalidad entre las cuales están:

1.- Extrovertido: persona espontánea, efusiva, comunicativa, aventurera, sociable.

2.- Afable: amable, cálido, cooperativo, servicial, compasivo.

3.- Dependiente: organizado, responsable, eficiente, práctico, esmerado, confiable.

4.- Estable emocionalmente: objetivo, tranquilo, calmado, seguro de sí mismo.

5.- Inteligente: curioso, analítico, sagaz, ingenioso, creativo, hábil, culto.

Estas son algunas características de las distintas personalidades con las cuales nos encontramos . A través de diversos estudios se ha podido observar que tanto la herencia como el medio ambiente influyen en la adquisición de la personalidad, la educación también es otro factor que influye.

El desarrollo de la personalidad se inicia desde la temprana infancia y va adquiriendo forma y consistencia hasta la edad de la adolescencia.

Nuestra personalidad puede manifestar ciertas características sin tener un trastorno de la misma. Cuando los rasgos de la personalidad condicionan el comportamiento de la persona en todo momento dificultando la adaptación social de individuo, entonces podemos hablar de la posibilidad de un trastorno de la personalidad.

Aún así, nuestra personalidad se puede ver influenciada por algún acontecimiento importante en nuestras vidas que nos puede hacer cambiar "nuestra forma de ser". Pero esto no implica que no podamos mejorar nuestra personalidad o volver a hacer cómo éramos antes.

Nuestro concepto de nosotros mismos

Un aspecto muy importante de nuestra personalidad es la forma en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Dos personas diferentes pueden interpretar la realidad de forma distinta. Al observar un bosque a lo lejos ambas coincidirán en que allí hay árboles y montañas, pero mientras una de ellas puede ver un lugar lleno de peligro, la otra puede estar viendo un paraíso en el que le gustaría perderse durante varios días.

Las personas reaccionan al mundo de acuerdo a su modo de percibirlo. La personalidad determina ese modo de ver el mundo y de vernos a nosotros mismos, pero, al mismo tiempo, la manera de vernos a nosotros mismos influye en nuestra personalidad. Por ejemplo, si varias personas le dicen a un niño que es muy inteligente, es muy probable que piense de sí mismo que lo es, mientras que si le dicen lo contrario llegará a considerarse una persona poco inteligente. Esto es debido a que es difícil comprobar si somos o no inteligentes (mientras que es bastante fácil comprobar, por ejemplo, la fuerza física). Por este motivo, muchas veces recurrimos a los demás para definirnos, basándonos en la opinión que otros tienen de nosotros. En otras ocasiones nos describimos tomando a los demás como punto de referencia. Si alguien nos dice "soy un dormilón", lo que nos está diciendo es que duerme más horas que la mayoría de las personas.

La percepción de nosotros mismos y de los demás suele estar relacionada. Por ejemplo, a veces atribuimos a los demás rasgos de personalidad que nos pertenecen a nosotros, porque de ese modo nos resultan más fáciles de entender y porque en ocasiones los conocimientos que tenemos para explicar las causas de nuestra conducta son los únicos de los que disponemos. Es decir, si yo hago tal cosa, lo haría por el motivo X; por tanto, esta persona lo ha hecho por el mismo motivo (por supuesto, esto no tiene por qué ser cierto). Por eso, cuando alguien cambia su autoconcepto cambia también el modo que tiene de ver a las demás personas.

La personalidad sana

La personalidad psicológicamente sana y equilibrada tiene las siguientes características:

o Es flexible. Se trata de personas que saben reaccionar ante las situaciones y ante los demás de diversas formas. Es decir, poseen un repertorio amplio de conductas y utilizan una u otra para adaptarse a las exigencias de la vida, en vez de comportarse de un modo rígido e inflexible.

o Lleva una vida más variada, realizando diversas actividades, en vez de centrar su vida alrededor de un mismo tema.

o Es capaz de tolerar las situaciones de presión y enfrentarse a ellas y no se viene abajo ante las dificultades y contratiempos.

o Su forma de verse a sí misma, al mundo y a los demás se ajusta bastante a la realidad.

CUATRO ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA PERSONALIDAD 

Al tratar de explicar qué es la personalidad, indicábamos que contiene elementos de origen hereditario y ambiental. Estos elementos o factores constitutivos de la personalidad son:

la constitución física, el temperamento, la inteligencia, el carácter moral

Todo ser humano al nacer posee una personalidad "potencial", en cuanto a que tiene los elementos básicos de la misma. Esta potencialidad comenzará a ser realidad cuando se inicie el desarrollo de ciertas características y capacidades, como trabajo intelectual, creatividad, conducta intencional y valores éticos, entre otras, que indican que los diversos elementos de la personalidad están funcionando con cierto nivel de organización. Y se puede hablar de personalidad estructurada cuando el individuo logra dinamizar de forma integrada y con autonomía estos aspectos básicos, lo que le llevará a tener una conducta y un pensamiento característicos.

Una personalidad estructurada dará origen a una identidad firme y sólida.

O en otros términos el logro de una identidad personal requiere haber conformado una personalidad estructurada adecuadamente en sus aspectos esenciales.

El individuo no nace con una personalidad determinada, sino con cierta dotación que condicionará, en parte, el desarrollo posterior. La personalidad se conquista, se hace, se construye. Las condiciones heredadas se complementan y transforman a través de la experiencia, el aprendizaje, la educación, el trabajo, la fuerza de voluntad, la convivencia y el cultivo de la persona. Definición de la Personalidad: Es la suma de total de todas las disposiciones biológicas, impulsos, instintos hereditarios mas las disposiciones adquiridas. La Personalidad como organización dinámica cambia con la edad, la profesión u ocupación Del sujeto su situación vital, cambios en su medio ambiente etc.

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